El fútbol, clave en la transición de Myanmar

El fútbol es sinónimo de cambio positivo. Esa fue una de las ideas centrales transmitidas el 26 de octubre en Yangón, en el discurso de clausura del programa “11 para la Salud”, la principal iniciativa de la FIFA en este ámbito, y que se desarrolló por primera vez en Asia. El curso, de cinco días de duración, contó con la asistencia de entrenadores y profesores de todo Myanmar, que serán los encargados de aplicar los planes del fútbol para la salud en el país.

Myanmar atraviesa una transición, en la que el fútbol puede desempeñar un papel fundamental a la hora de enfocar algunos retos urgentes, como la sensibilización ante los riesgos para la salud y la prevención. Volveremos a principios del año que viene para evaluar nuestro proyecto piloto y centrarnos en la implantación de ‘11 para la Salud’ a escala nacional en Myanmar. Es un proceso sostenible que aspira a provocar el cambio. Myanmar era el país adecuado para comenzar nuestra campaña en Asia. Ya estamos deseando implantar el ‘11 para la Salud’ en otros países asiáticos”, declaró el profesor Jiri Dvorak, Jefe Médico de la FIFA.

“Para la FIFA, esta es una oportunidad excepcional de demostrar la utilización del poder del fútbol en la mejora de la educación y la salud. En el caso de Myanmar hemos podido hacer frente a este desafío a través de una estrecha colaboración entre el Gobierno, representado por los ministerios de Educación, Sanidad y Deportes, la Asociación Birmana de Fútbol (ABF) y la FIFA”.

Cambios de tendencia
A pesar de figurar en una posición modesta de la Clasificación Mundial FIFA/Coca-Cola (184) y su eliminación precoz de la competición preliminar de la Copa Mundial de la FIFA Brasil 2014™ —ensombrecida por los incidentes que causó el comportamiento inapropiado de los seguidores locales durante el decisivo encuentro ante Omán—, Myanmar parece estar cosechando los frutos de las medidas de desarrollo futbolístico aplicadas recientemente.

“Si comparo el fútbol de Myanmar ahora con la situación que me encontré hace seis años, durante mi etapa como seleccionador, puedo decir que el país ha realizado progresos enormes en términos de infraestructura y desarrollo técnico. Han comprendido que la única manera de avanzar es a través de un programa de fútbol base especializado”, admitió el entrenador del Yangon United FC, Ivan Kolev, tras la victoria obtenida el miércoles por su equipo sobre el Zeyar Shwe Myay en la Copa de la ABF (1-0).

El capitán del Yangon United FC y del combinado nacional, Khin Maung Lwin, compartió la apreciación de Kolev. “Soy consciente de que mi generación de futbolistas no va a llegar a la Copa Mundial de la FIFA, pero, si las cosas siguen mejorando a este ritmo, estoy convencido de que la siguiente tiene muchas opciones de lograr la clasificación”.

Inversión y progreso
Desde 2001, la FIFA ha invertido más de dos millones de dólares en el desarrollo del fútbol birmano, mediante la implantación de cuatro proyectos Goal, que incluyen el acondicionamiento de la sede de la ABF en Yangón (2001), la construcción de una academia de fútbol en Mandalay (2004), la organización de un programa especial de entrenamiento para jóvenes con talento (2010) y la instalación de asientos en el estadio Thuwunna YTC, en Yangón (2010). Hace poco se aprobó un quinto proyecto, una academia de fútbol que se ubicará junto a la sede de la ABF.

En los últimos años también se ha proporcionado otro millón de dólares a la ABF, a través del Programa de Asistencia Financiera de la FIFA (PAF). Además, Myanmar está siendo un participante activo en el programa PERFORMANCE de la FIFA, con 27 proyectos específicos en diversas áreas de gestión del fútbol implantados desde 2008. En los siete últimos años se han organizado también otros 13 cursos de la FIFA en Myanmar.

“La creación de una liga nacional con 14 clubes en 2009, con el apoyo del programa PERFORMANCE de la FIFA, supuso un hito para Myanmar, al representar la transición del fútbol amateur al profesional”, explico Zaw Zaw, Presidente de la ABF y un empresario muy conocido en su país, que ha sido uno de los principales inversores en el fútbol base.

“Nuestro país ha padecido dificultades económicas, que han tenido un impacto negativo sobre el deporte. Sin embargo, el fútbol nos ofrece ahora una buena oportunidad para hacer de Myanmar un escaparate. Haber albergado el programa ‘11 para la Salud’ de la FIFA es un buen ejemplo de la enorme importancia que tiene crear sinergias entre la FIFA, el Gobierno y la ABF”, añadió Zaw.

Según cálculos recientes de la ABF, tres millones de personas juegan regularmente al fútbol en Myanmar, tres veces más que al comienzo del siglo. La selección nacional juega en el estadio Thuwunna YTC, ante un aforo completo de 30.000 localidades.

“Hace doce años ni siquiera teníamos nuestra sede de la ABF, y el fútbol base se hallaba en una fase rudimentaria. Gracias a la academia financiada por la FIFA en Mandalay y algunas inversiones privadas, hemos podido establecer un programa específico para jóvenes talentos de zonas rurales. Es un proceso a largo plazo, y el curso médico de esta semana ha sido un nuevo paso en la dirección adecuada”, señaló Zaw.

El Presidente de la ABF anunció que se han fijado una meta concreta a medio plazo. “En ocho años, me gustaría ver a nuestra selección sub-17 clasificarse para la Copa Mundial Sub-17 de la FIFA”. No obstante, la selección femenina se halla entre las 50 mejores del mundo (47), y la sub-19 todavía tiene posibilidades de alcanzar la Copa Mundial Femenina Sub-20 de la FIFA 2014, de modo que las mujeres de Myanmar podrían superar las expectativas de Zaw. “Si nuestras jugadoras lo consiguen primero, me alegraré mucho. Se trata de demostrar que estamos progresando”.