Prensa Libre

CAROLINA CASTELLANOS

 O sea, en un análisis frío, perder esto no significaría mucho. Pero el mensaje que se envía al mundo está muy lejos de ser frío. Con US$1,298 millones en IED en 2012 —Invest in Guatemala—, la creación de empleos no es suficiente para la demanda tan alta que hay. Las razones de habernos colocado en esta lista son dos: el secreto bancario y el intercambio de información tributaria entre ambos países. Para nosotros los chapines, que vivimos en una inseguridad grande, el tema del secreto bancario ha generado mucha incertidumbre, así como lo fue el cambio de acciones de al portador a nominativas. Sin embargo, debemos aceptar que el mundo va por ese camino y que, de no seguirlo, nos arriesgamos a estas “sanciones” que nos afectan grandemente. Nos queda vigilar el cumplimiento legal y transparente del manejo de la información personal de cada uno. Esto parece una utopía hoy, cuando hemos visto seriamente amenazado el estado de Derecho en nuestro país. Como sector privado debemos asumir la función de vigilancia y denuncia. El no tener secreto bancario abriría la oportunidad a la SAT para hacer controles cruzados y determinar si hay evasión fiscal. Si hay estado de Derecho, hay debido proceso, por lo que todo sería positivo. Pero, ante la falta de esto, se volvería un terrorismo fiscal. El otro lado de la moneda es que el ser paraíso fiscal atrae inversiones de procedencia ilícita, aunque se ha avanzado en controlar esto por medio de la bancarización, el IVE y las acciones nominativas. Ingresan, entonces, al mercado informal que, de acuerdo a expertos, es del 85% del comercio total. La informalidad está vinculada con el contrabando, la falsificación y, por ende, al crimen organizado. Entonces, ¿queremos atraer estos capitales, con sus graves consecuencias para el país, o queremos protegernos de un posible terrorismo fiscal por deficiencias en el debido proceso? Trabajar hacia la solidificación del estado de Derecho es el camino por seguir, para que Guatemala pueda proyectarse como un destino de inversiones sólidas, transparentes, generadoras de empleos y desarrollo.