Club Gynea Hombres y mujeres, ¿en crisis también somos diferentes? ¿Aún no eres socia? ¡Regístrate! ____________________ ____________________ Entrar * Inicio * Noticias * Mente * Salud * Embarazo * Estilos de vida * Gynea responsable * Consultorio * Club Gynea * Calculadoras * Promociones Test de Calcio ¿Tomas suficiente calcio? [hueso.jpg] Haz nuestro test de calcio y descúbrelo. Test Sofocontrol ¿Tienes sofocos? ¿Duermes mal? ¿Tienes cambios de humor? [Sofocosa.jpg] Descubre en qué nivel está tu sintomatología. Club Gynea News Gynea Laboratorios con el deporte Gynea Laboratorios con el deporte Durante los meses de abril y mayo Gynea ha colaborado en los torneos Pádel Edition Cars- 5º Pino, Mumbai school solidario IWC y Espai Wellness. Calculadoras Conoce tus probabilidades! 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El desempleo y la pérdida de poder adquisitivo inciden negativamente sobre el equilibrio emocional y, a parte de causar estragos en los bolsillos, generan conflictos que, en caso de vivir en pareja, se reflejan claramente en la erosión de la dinámica convivencial. El dinero se va por la ventana mientras la inseguridad, los trastornos del sueño, la ansiedad, la apatía, ciertas somatizaciones, e incluso la depresión en los casos más graves, entran por la puerta. La nueva situación laboral y la falta de recursos para poder hacer frente a los gastos, generan tanta incertidumbre que se hace francamente difícil seguir manteniendo el equilibrio y la serenidad necesarios para poder garantizar la estabilidad dentro de la pareja. Todo ello no hace más que aumentar no solo el número de afiliados al servicio público de empleo estatal sino también el número de demandas de divorcios y separaciones. Ante la incertidumbre y la inseguridad, nuestro organismo desencadena una respuesta de estrés. Una exposición a una situación disruptiva, desencadena una respuesta fisiológica encaminada a solucionar el problema a través de diversos mecanismos de defensa que permiten afrontar la situación. Es una respuesta natural de nuestro organismo, por lo que no resulta patológica en su origen. Lo malo es cuando esta respuesta de supervivencia se da en exceso y se prolonga en el tiempo, ya que produce una sobrecarga porque la persona no es capaz de seguir tolerando la situación y los mecanismos desencadenados para poder solventarla han perdido efectividad ya que, lejos de ayudar a la adaptación, constituyen un auténtico problema porque desestabilizan física y emocionalmente. Cómo nos afecta a nosotras y cómo les afecta a ellos se debe más a diferencias individuales, en la mayoría de los casos, que a diferencias de género. La adaptación y resistencia a situaciones estresantes, como la crisis económica actual, están mucho más relacionadas con conceptos psicológicos como fortaleza, sentido de coherencia, optimismo, sentimiento de autoeficacia y locus of control (o percepción de la realidad) más que con el hecho de ser hombre o mujer. Son variables de la personalidad que, en caso de estar presentes, hacen más o menos vulnerable al individuo a ser resistente al estrés. Son características personales, propias de cada uno, que se relacionan con las creencias del individuo: quien confía en sí mismo y percibe la realidad de manera positiva tiene muchos más números para poder sobrellevar mejor una situación de crisis que aquél que focaliza la atención en los aspectos negativos, desconfía de sí mismo y tiende a tener una percepción pesimista de la realidad. Todos estos indicadores son los que garantizan una buena o una mala adaptación a una situación conflictiva. Curiosamente, hay diferencias marcadas por el contexto sociocultural, más que por las variables descritas anteriormente, que sí pueden ocasionar diferencias en los estilos e afrontamiento a una situación de crisis. El desempleo y la pérdida de poder adquisitivo inciden negativamente sobre el equilibrio emocional y, a parte de causar estragos en los bolsillos, generan conflictos que, en caso de vivir en pareja, se reflejan claramente en la erosión de la dinámica convivencial Hasta hace pocas décadas, cuando la inserción de la mujer al mundo laboral todavía no era una realidad, el modelo imperante hacía referencia a un hombre trabajador que constituía el sustento económico de la casa. La mujer, por su lado, se ocupaba de llevar el hogar y garantizar la estabilidad emocional del vínculo y de la familia. De una manera u otra, y aunque afortunadamente los modelos han cambiado a día de hoy, no es menos cierto que el desempleo suele causar más estragos en ellos que en nosotras. Es como sí, inconscientemente y a pesar de que nosotras también trabajamos, toda la responsabilidad económica recayera sobre sus hombros, por lo que a la situación de inactividad laboral a inseguridad económica se unen variables como la culpabilidad y el sentimiento de inutilidad. Quizá en este aspecto nosotras llevamos mejor la situación ya que socialmente no cargamos con esa cruz. Ellos tienden a percibir la situación de una manera más negativa porque, en cierto modo, se pone en entredicho su capacidad de seguir siendo el capitán del barco. ¿Qué hacemos nosotras? Estamos más acostumbradas a lidiar con situaciones estresantes ya que somos más vulnerables a padecer "burnout" o sentirse "quemada" por una razón muy sencilla: trabajamos fuera y dentro de casa, por lo que la carga es siempre doble y a pesar de que, afortunadamente de nuevo, los roles se solapan con más frecuencia, en nuestro inconsciente sigue imperando la idea de que, de un modo u otro, a pesar de seguir trabajando, la carga del hogar y de los hijos recae en este caso sobre nuestros hombros. Conciliar vida laboral y vida familiar es, en muchas ocasiones, una auténtica batalla a librar para millones de mujeres. Nos encontramos de manera constante más expuestas al estrés pero, por otro lado, parece ser que llegamos a tolerarlo mejor que ellos. Quizás la clave se encuentre en el hecho que nosotras solemos buscar más ayuda y apoyo social que ellos y, en este sentido, la biología parece estar de nuestra parte ya que, como afirma Shelley E. Taylor, psicólogo de la Universidad de Los Ángeles (UCLA) "Hace miles de generaciones, huir o luchar en situaciones estresantes no era una buena opción para una mujer que estuviera embarazada o cuidando a sus hijos y las mujeres que desarrollaban y mantenían alianzas sociales tenían mejor capacidad para cuidar múltiples hijos en momentos estresantes". Así que, somos más vulnerables a la exposición de situaciones estresantes, pero contamos con una respuesta más adaptativa. Hay un curioso indicador, el Lipstick Index o indicador de pintalabios, que viene a resumir algo así como "al mal tiempo, pintalabios rojo". Viene a establecer una relación inversa entre crisis económica y venta de pintalabios. Este índice se desarrolló por primera vez en Estados Unidos durante la llamada Gran Depresión y la segunda Guerra Mundial, ya que en esos períodos la venta de barra de labios se incrementó un 20%. Parece ser que en la actualidad, la tendencia se repite (en España los números hablaban de un aumento del 6% durante el primer semestre de 2008 y de un 12% durante los últimos meses). Lejos de la presunta frivolidad de los datos, algo nos indica que nosotras somos capaces de establecer pausas reparadoras que, a pesar de la situación, nos permitan ciertos momentos de placer como estrategia de afrontamiento. Sea como sea, todos (ellos y nosotras) somos conscientes de que la situación económica actual puede llegar a desestabilizarnos y lejos de arreglarlo a golpe de gloss o aumentando las conductas compulsivas y adictivas (más propias en los hombres), el auténtico salvavidas para una situación como esta, reside en la capacidad de aceptar la situación, adaptándola a las circunstancias personales de cada uno, ser realistas sin caer en el pesimismo, elaborar planes alternativos y aumentar otros valores que no dependen directamente de nuestros bolsillos. Sonia Cervantes Pascual Psicóloga, Terapeuta sexual y de pareja Si deseas realizar alguna consulta a nuestra psicóloga no dudes en enviarla a co municación@clubgynea.com Compartir con tus amigos: | Ultimo número Importante Si ya eres socia, pero aun no nos has dado tu email, introduce aquí tu número de socia y sigue las instrucciones. Solo registrandote podrás realizar preguntas en nuestro consultorio ____________________ ENTRAR IFRAME: http://www.facebook.com/plugins/likebox.php?id=123788117685330&width=18 8&connections=10&stream=false&header=true&height=320&width=190 Gynea Laboratorios Gynea Laboratorios ¿Qué te ofrecemos? ¿Cómo ser una de nuestras socias? Prensa Contacta con nosotros Aviso legal En cumplimiento de lo establecido en el RDL 13/2012, de 30 de marzo, GYNEA LABORATORIOS, S.A. solicita su consentimiento para obtener datos anónimos de carácter estadístico sobre su navegación en nuestro sitio Web. 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