NUTRICIÓN Cómo distinguir la intolerancia a la lactosa del colon irritable (y qué puede comer en cada caso) -- 3 AGO 2017 - 17:48 CEST intolerancia lactosa En los últimos años cada vez son más las personas que sufren algún tipo de problema digestivo. Si de forma habitual después de beber un par de vasos de leche acaban en el cuarto de baño, lo asocian con la intolerancia a la lactosa. Al margen de que solo un diagnóstico médico podría confirmarlo, es importante tener claras algunas claves para distinguir una intolerancia de otras posibles fuentes de malestar. La intolerancia a la lactosa tiene grados Curiosamente, en Europa —sobre todo en los pueblos con una tradición ancestral ganadera, como los holandeses y los suecos— la incidencia de la intolerancia a la lactosa no está tan extendida como en otros países gracias a una peculiar adaptación genética. -- Estas personas sufren en general hinchazón, dolor abdominal y diarrea después de consumir productos con un alto contenido en lactosa; como leche de vaca, oveja y cabra, helados con base de leche, nata y algunos quesos frescos. ¿Por qué sucede esto? La lactosa es un azúcar o disacárido natural de la leche, compuesto por dos monosacáridos —la glucosa y la galactosa—, que el organismo debe dividir para poder absorberlos. De ello se encarga la lactasa, una enzima que se produce en el intestino delgado; pero si se tiene un déficit de esta enzima, el organismo no puede metabolizar —transformar los alimentos para su absorción— correctamente la lactosa y aparecen las molestias intestinales. Por grados, puede ir desde una ligera sensibilidad hasta una intolerancia grave que conlleva la retirada de la leche de la dieta. -- Además, si se consume leche habitualmente se establece una cierta “tolerancia adquirida”, ya que "la flora intestinal se adapta en cierta forma a la presencia de lactosa", añade el catedrático Miguel Calvo, coordinador del Grupo de Investigación en Bioquímica de las Proteínas de la Leche de la Universidad de Zaragoza. -- No todo es intolerancia: puede ser colon irritable “No todo el que se considera intolerante a la lactosa lo es: existe mucha desinformación y se puede confundir con otros problemas digestivos, como el síndrome de colon irritable. Pero también es cierto -- llegado a la conclusión de que eran intolerantes resultaron serlo. Además, los investigadores encontraron que aquellos pacientes que manifestaron síntomas de malabsorción a la lactosa durantes las pruebas —test del aliento— tenían un cuadro de colon irritable más severo que aquellos que dieron positivo al test, pero no presentaron síntomas en -- Nada que ver con la alergia Si la intolerancia a la lactosa y el colon irritable pueden compartir síntomas, ninguna de las dos puede confundirse con la alergia a la proteínas de la leche, muy diferente en sus síntomas y en sus -- La reacción alérgica se produce ante proteínas lácteas —no frente al azúcar (lactosa), que es la causante de la intolerancia— como la betalactoglobulina y la caseína. Los síntomas de esta alergia —que es poco frecuente, suele aparecer en la infancia y puede remitir -- ¿Sabe que puede tomar yogur o mantequilla? Además de las leches sin lactosa, los intolerantes a este azúcar tienen una amplia variedad de productos derivados de la leche que pueden consumir sin preocuparse por la motilidad gastrointestinal, como -- gracias a las bacterias lácticas —lactobacillus bulgaricus y Streptococcus thermophilus— que se utilizan para la fermentación, rompen la lactosa y producen ácido láctico. Cuanto más ácido sea el producto, menos cantidad de lactosa y mejor digestión: un yogur, por ejemplo, es más ácido que el kéfir. Una buena noticia para los intolerantes a la lactosa, ahora que la artesanía del yogur amenaza con sustituir a la de la cerveza. No solo se pueden comprar, si se está al otro lado del océano, recetas muy -- microorganismo que se ha incorporado a la leche para su fermentación", explica Miguel Calvo, y añade: "En esa elaboración, las bacterias lácticas rompen la lactosa en galactosa y glucosa, y por tanto ahorran ese trabajo al intestino. Si una persona tiene una intolerancia leve y puede beber medio vaso de leche, podrá consumir dos yogures. Y además -- mañana y otro por la noche y no pasa nada. Lo que no tiene ninguna base científica es la diferencia entre yogures ecológicos y no ecológicos para evitar la intolerancia a la lactosa. Pueden ser más o menos cremosos, pero el efecto en cuanto a la intolerancia será el mismo”, concluye el investigador.